De tu mirada tan serena
como la quietud del horizonte
pende un pensamiento
arrancado del momento
que el pasado ya durmió
Atrapar el dulce beso
con deseos irresistibles,
retoña los instantes
que el tiempo se llevó.
Busca pinceles de pasión
que conserven vellos de amor,
pinten la esquiva mirada
el homérico gesto bizarrón.
Minutos, noches tras noches
volará el tiempo terso
bebiendo savia viril
hasta embriagar de ardor
No más lamentos ni penas por recordar,
el pasado se ancla en el olvido,
vive, piensa, sueña horizontes,
aquieta el vuelo etéreo
que comienza a despegar.
Encantada de estar en tus letras. Me gusta tu poema. Un beso
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